En todo el mundo muchos países poseen potencial minero, pues es aquí donde grandes transnacionales mineras deciden poner en marcha diferentes proyectos mineros. A grandes rasgos la está dividida en dos etapas, la exploración y la explotación, ambas cuentan con subprocesos como: la adquisición, investigación, prospección, exploración y explotación de yacimientos o de concesiones y derechos mineros en general, el beneficio de minerales y obtención, a partir de ellos o subproductos mediante su fundición, refinación u otros procesos y con el transporte y comercialización de los mismos.
En las siguientes líneas nos enfocaremos a los costos y presupuesto que se aplican dentro de un proyecto minero. Los costos de operaciones mineras son básicamente gasto monetario, en otras palabras, mide las operaciones minero-metalúrgicas en términos de dinero, estos costos se calculan en función de los precios de insumos y los costos en el mercado, esto también considera la mano de obra, el tonelaje de mineral extraído, las maquinarias y los materiales que se requerirán.
Después de la seguridad la estimación de los costos en todos los procesos mineros es muy importante, una vez que se tienen todos requerimientos de cada área de la mina con sus respectivos costos, se pasa a hacer el presupuesto, estos son anuales, pero se van reformulando mensualmente en función a las modificaciones que la realidad va imponiendo, en otras palabras, el presupuesto es un modelo que pretende representar lo que ocurrirá en la realidad.
En este punto debe haber un sistema de evaluación y control que apoye al sistema integrado de contabilidad, estos no solo se centran en la formulación y ejecución del proyecto, también en que se incorporen herramientas adecuadas que posibiliten arribar a la evaluación por el resultado con un sentido económico funcional para que la gestión se desarrolle bajo los cánones del control por objetivos, de responsabilidad.
La evaluación presupuestaria consiste básicamente en la comparación de las cifras presupuestadas con las ya existentes, atendiendo, prioritariamente por el principio de excepción, a los desvíos negativos de mayor importancia. A medida que se van resolviendo los más importantes, se empezarán a atacar los desvíos de menor prioridad.
Es importante recalcar que el presupuesto es un plan y como tal, debe pasar por ciertas mediciones. La frecuencia y la profundidad con que ellas deben encararse, están en función de la inestabilidad de los supuestos básicos y cifras planeadas. La periodicidad puede establecerse como un criterio temporal, cualitativo o mixto.